jueves, 21 de enero de 2010

Nunca, nunca, nunca: Kirk, ¡se acabó!

Cosas de la vida, hoy el día ha empezado muy temprano, muy pasado por agua, pero con ganas. Porque estaba decidida, porque estaba convencida de ello. Tenía planeado enfrentarme a él hoy. Agarrar el toro por los cuernos, enfrentarme a mis problemas de frente. Como una valiente, como una persona madura. Kirk, hoy voy a por ti.

Como Kirk y yo tenemos el mismo horario hoy, pues tenemos 6 horas ahí en medio para hacer nada en la escuela. No tiene sentido volver a casa para volver a ir a la escuela. Me da pereza. Así que me quedo allí y hago cosillas. Adelanto trabajo y demás.

Pues había pensado que por qué no, acercarme con decisión y hablar con él sobre todo lo 'nuestro'. Qué raro suena, joder. He comido con mi Love Adviser , y cuando hemos terminado, se me ha ocurrido que era el momento perfecto para cogerlo por banda.
Kirk estaba sentado en una mesa con una de sus amigas. Una chavala buena gente que estaba en mi clase de Photoshop. Pues he ido al baño para lavarme las manos y tantear. Y luego he ido a llenar mi cantimplora. A la vuelta, al pasar por su lado, me he sentado en su mesa y le he saludado. Le he dicho que si estaba ocupado. Me ha dicho que medio-medio. Que tenía que terminar un trabajo de clase o no sé qué. Que ayer no sé qué le pasó (para ser sincera, no he entendido nada de lo que me ha dicho que pasó ayer; y me da igual). Me ha dicho que mañana sí que tendrá tiempo.
¿Mañana?
Y yo le he dicho: ehhhh... mañana... pues me viene mal. Tengo cosas que hacer para clase y he quedado para hacer un trabajo de 4 a 7 y luego tengo clase de 7 a 10...
Entonces ha hecho un comentario sobre mi reloj y yo he dicho:
Bueno, pues nada. Adiós.

Me he levantado y me he ido.

Ha sido todo como muy raro. Rarísimo, de hecho. Me ha dado un coraje. Será gilipollas. Ni que le fuera a quitar mucho tiempo, CAPULLO. Pues nada, él a lo suyo ignorando lo que se cuece en mis entrañas. He vuelto a donde tenía mis cosas, detrás del tabique al lado de su mesa. Vamos, que nos separaba un tabique de la estancia diáfana.

Mi Love Adviser me ha preguntado. Le he escrito lo que ha pasado para que no nos oyera hablando del tema. De hecho hablamos por Skype estando sentadas la una junto a la otra. Y ella, obviamente, me ha dicho que lo mande al carajo. Que lo olvide y que no le hable más. Luego se ha ido a clase. Yo me he quedado sola trabajando con el tabique de por medio.

He bajado a dejar algunas cosas en mi taquilla y me lo he cruzado. No le he sujetado la puerta como podría haberlo hecho. Me han entrado ganas de cerrársela en las narices. Pero yo no soy así. He pasado sin mediar palabra. Y luego me ha entrado como una punzada en las tripas y cuando he subido y me he puesto otra vez a currar, me he rayado y le he mandado un sms:
"Don't you have like 10 minutes to talk?"
Y me ha respondido al segundo:
"Not today. but I do tomorrow".




Así que le van a dar por culo. Se acabó. Y sé que lo digo siempre. Y sé que siempre vuelvo a cagarla. Pero me jode la vida no poder aclarar las cosas. Es que no puedo quedarme con la incertidumbre de saber qué podría haber sido, o por qué se ha comportado así. ME MATA.
Kirk ha acabado con mi paciencia y ha conseguido cabrearme. Es la única persona que ha conseguido hacerlo, en el terreno sentimental, claro. Menudo gilipollas. No sabe lo que se pierde.

Entre tanto, pues sigo con mi nueva historia en paralelo. Algo que he empezado con un personaje que ya existía en la novela sobre mi vida. Pero es un nuevo capítulo. Página en blanco. Borrón y cuenta nueva. A ver qué tal.

Adiós, Kirk. Que te vaya bonito.

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